martes, 1 de noviembre de 2011

lady gaga

Stefani Joanne Angelina Germanotta (n. el 28 de marzo de 1986 en Manhattan, Nueva York), más conocida por su nombre artístico, Lady Gaga, es una cantautora, productora musical, bailarina y pianista de pop estadounidense. Tras ingresar en la Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York en 2003 y presentarse en la escena del rock en el barrio neoyorquino Lower East Side, firmó un contrato con Streamline Records, una subsidiaria de Interscope Records. En sus primeros tiempos en Interscope, trabajó como compositora para artistas del sello y llamó la atención de Akon, quien, reconociendo sus habilidades vocales, la hizo firmar con su propia discográfica, Kon Live Distribution.

Gaga adquirió fama tras el lanzamiento de su álbum de estudio debut The Fame (2008), que tuvo éxito comercial y una recepción crítica positiva;[5] logró popularidad internacional con los sencillos «Just Dance» y «Poker Face». Además, el disco vendió 12 millones de copias a nivel mundial entre 2008 y 2010.[6] «Just Dance» y «Poker Face» tuvieron éxito comercial y llegaron al primer puesto en los principales mercados musicales.[7] [8] «Poker Face» se convirtió en el sencillo más exitoso de 2009 con más de 9,8 millones de copias legales vendidas,[9] mientras que «Just Dance» logró vender 7,7 millones de descargas legales, lo que la convirtió en la cuarta canción más vendida de 2009.[9] El álbum llegó al primer puesto de las listas de venta de seis países, alcanzó la máxima posición en la lista de Billboard Dance/Electronic Albums; simultáneamente llegó al número dos de la lista Billboard 200 en los Estados Unidos e ingresó al Top 10 de numerosos países. Con un éxito similar a nivel internacional, de The Fame Monster (2009) se extrajeron tres sencillos que tuvieron un éxito idéntico: «Bad Romance», «Telephone» y «Alejandro». Además, emprendió su segunda gira mundial, The Monster Ball Tour sólo meses después de haber concluido la primera, The Fame Ball Tour. Su segundo álbum de estudio, Born This Way (2011) llegó a la cima de las listas en los mercados de música principales tras la puesta en venta de los sencillos «Born This Way», «Judas» y «The Edge of Glory» —la primera llegó al primer lugar en varios países y fue el sencillo más rápidamente vendido en la historia de iTunes, ya que vendió un millón de copias en cinco días.[10] [11] [12] Además, tuvo una recepción crítica positiva.


Inspirada en cantantes de glam rock como David Bowie y Freddie Mercury, así como artistas de dance-pop como Madonna y Michael Jackson, Gaga es conocida por su sentido estético con respecto a la música, la moda, las presentaciones en directo y los videos musicales, cambiante y extravagante. Su contribución a la industria musical le aportó numerosos reconocimientos, entre los que se incluyen cinco premios Grammy y doce nominaciones, cuatro apariciones en el Libro Guinness de los récords y la venta estimada de 22 millones de álbumes y 69 millones de sencillos, lo que la hace una de las artistas con mayor cantidad de ventas a nivel mundial.[14] [15] [16] [17] Billboard la nombró la artista del año en 2010 y la colocó en el puesto 73 de su lista de los mejores artistas de la década de 2000.[18] Gaga también fue incluida en en la lista Time 100 de las personas más influyentes del mundo, así como también figuró en un número de las listas anuales de Forbes

la prensa

La República Romana, hizo circular una lista de eventos, llamada Acta Diurna ("eventos del día"), en el año 59 a. C.. Hubo una publicación del gobierno imperial chino en el año 713 d. C. que se llamó Kaiyuan Za Bao ("Noticias Mezcladas"). No obstante, estos precedentes de la prensa escrita no alcanzaron a regir mucho éxito o distribución sin la impresión masiva que se alcanzó gracias y a partir de Gutenberg. La prensa escrita como tal apareció bajo forma de hojas sueltas a finales del siglo XV (la invención de la prensa de papel data de los años 1450). Durante los siglos siguientes empezaron a crecer numerosos periódicos. El periódico más veterano que aún opera hoy en día es el Post-och Inrikes Tidningar de Suecia, fundado en 1645. La generalización de los periódicos tuvo que esperar a la sociedad industrial: fue a partir de mediados del siglo XIX cuando se experimentó un gran desarrollo de estos medios.

En 1884, Otto Mergenthaler inventó la máquina del linotipo, que moldea líneas enteras de letras con plomo caliente. Este invento inició toda una época de trabajo que duró por casi un siglo. En 1962, el diario Los Angeles Times empezó a acelerar sus linotipos con cintas perforadas de computadoras RCA, después de automatizar la alineación y los hifenes en el texto en columnas. Esto aumentó la eficiencia de los operadores manuales de los linotipos en un 40%. En 1973, la corporación introdujo terminales de corrección electrónicos, que fueron imitados por las corporaciones Raytheon, Atex y Digital Equipment Corporation, entre otras. Estas terminales entregaron tiras de tipo sobre película de fotofijadoras de letra.

 Tipos

Específicamente, el periódico es la publicación periódica que presenta noticias (crónicas, reportajes) y artículos de opinión o literarios. Los artículos no firmados se consideran la opinión del editor (o artículo editorial). Además, suele proporcionar información diversa a sus lectores: meteorológica, bursátil, de ocio o cultural (como programación de cine y teatro), de servicios públicos (como farmacias de guardia, horarios y líneas de transporte o cuestiones similares), y a veces incluye tiras de prensa y diversos tipos de pasatiempos. Las ediciones dominicales suelen incluir diversos tipos de suplementos. En ocasiones, se incluyen regalos o diversos tipos de promociones comerciales para incentivar su compra.
Los periódicos generalistas se destinan al público en general, por lo cual su estilo es claro y conciso, y su contenido muy variado, pero siempre dividido en dos secciones generales: información y opinión, divididas a su vez en subsecciones: información nacional, internacional, local, sociedad, cultura, ciencia, salud, economía, deportes, agenda, anuncios, etcétera y, en el caso de la opinión, en: editorial, artículos de fondo, cartas al director, columnas, críticas (taurina, cinematográfica, televisiva, deportiva, teatral, musical), crónicas, humor gráfico, etc.
Los periódicos pueden estar más enfocado a temas específicos como, por ejemplo, las finanzas (prensa económica), la política, la información local (prensa local), los sucesos, los acontecimientos sociales (prensa del corazón), etc; en cuyo caso se habla de periódicos especializados. En ocasiones se la designa por colores: prensa amarilla o sensacionalista, prensa salmón o económica (por el color del papel en que se imprimen algunos prestigiosos periódicos financieros), prensa del corazón o rosa (la que trata sobre la vida de personas famosas). También existe una prensa infantil.

Algunos periódicos han adquirido fama por su aceptación de alguna sección en particular, ya sea que la sección sea destacada a comparación de otros periódicos, o que ésta tenga algún distintivo peculiar; por ejemplo, un periódico en una sociedad de publicación de varios periódicos puede atraer más clientela porque su sección de "anuncios clasificados" goza de fama de ser mucho más completa.
La prensa diaria se distingue por la impresión en papel barato, al contrario de las revistas, más ilustradas en color e impresas en mejor papel. Esta última forma de publicación ha experimentado una gran diversificación que le ha permitido resistir mejor a la competencia de los medios de comunicación electrónicos.
La posibilidad de recibir información en directo, primero a través de radio y televisión, y desde finales del siglo XX por internet (periodismo digital), ha terminado suprimiendo la diferencia que existía entre la prensa matutina y la prensa vespertina, que se vendía por la mañana y por la tarde respectivamente.

El suicidio y la ley

En España la relación de terceros respecto al suicidio es discutida. El caso de no evitarse un suicidio, pudiendo hacerse, podría ser considerado como una omisión del deber de socorro, lo que está tipificado como delito en diversas legislaciones. Este hecho es justificado en que un intento de suicidio podría ser debido, por ejemplo, a un estado de locura transitorio, a un estado depresivo muy grave u otras situaciones análogas. No obstante, si el acto de suicidio se toma con el supuesto ejercicio pleno de las facultades mentales nadie podría impedirlo hipotéticamente, ya que lo contrario podría tratarse de un delito de coacción, que castigaría al que «sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe» (art. 172 del CP). Hay que hacer notar, a este respecto, que el suicidio «es un acto que la ley no prohíbe», como ha señalado el Tribunal Constitucional de España. Aunque el Tribunal Constitucional Español señala que no existe en el ordenamiento jurídico de este país el «derecho al suicidio», «ello no impide, sin embargo, reconocer que, siendo la vida un bien de la persona que se integra en el círculo de su libertad, pueda aquélla fácticamente disponer sobre su propia muerte, pero esa disposición constituye una manifestación del agere licere, en cuanto que la privación de la vida propia o la aceptación de la propia muerte es un acto que la ley no prohíbe» (Fundamento Jurídico 7.º). En todo caso, inducir a otra persona para que cometa suicidio, o cooperar con actos necesarios en un suicidio o en una eutanasia sí que son delitos, aunque castigados con penas distintas (artículo 143 del CP).
De igual manera, en legislaciones como la chilena, el auxilio al suicidio es punible según señala el art. 393 del Código Penal: «El que con conocimiento de causa prestare auxilio a otro para que se suicide, sufrirá la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo, si se efectúa la muerte». Aquí la muerte opera como condición objetiva de punibilidad; es decir, sólo será culpable la conducta en la medida que se verifique el resultado de muerte; y siendo así, incurrirá el autor en la pena señalada (541 días a 5 años).
No está de más mencionar que además hay leyes que protegen a las aseguradoras de vida. Según Guillon y le Bonniec (1982) “el seguro de vida en caso carece de efecto, si el acta de defunción del asegurado demuestra que el asegurado ha muerto por suicidio, a pesar de que algunas aseguradoras ignoran dicha ley y hacen el pago a los beneficiarios de todas formas”.

 Psiquiatría
El suicidio también puede ser efecto de trastornos psiquiátricos, que comúnmente se acompañan de depresión o ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y todos los trastornos de depresión. En estos casos es principalmente la enfermedad lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico del individuo. Antes que la acción, el suicidio comienza en el pensamiento. Ya sea por problemas personales y/o emocionales, las personas suicidas deben ser evaluadas como individuo para entonces entender el suicidio a nivel social. La psiquis de la persona suicida debe contener dos elementos fundamentales: valor y no temer a la muerte. Sin estos factores indispensables la persona tendrá pensamientos suicidas que no ejecutará. Estos pensamientos pueden ser controlados y remplazados por pensamientos positivos. Con estos , viene un sentido de indefeción y desesperanza ante las situaciones que le afectan. Las personas suicidas exhiben algunas características tales como depresión, impulsividad, baja tolerancia a la frustración y son personas sin espíritu de lucha. Teniendo en cuenta el perfil de la persona suicida se puede prevenir la mayoría de los suicidios con hospitalización, psicoterapia y farmacoterapia en casos extremos. Los indicadores y comportamientos varían dependiendo de la persona. Según la cuarta versión de El Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales, los pensamientos recurrentes (no solo el temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse son síntomas de personas con depresión mayor.

 Valoraciones morales

La teología dice que para algunos el suicidio consiste en «darse la muerte directamente a sí mismo»; y aclara que aunque ambas opiniones son semejantes, encierran matices distintos. Mientras que para los primeros el suicidio directo es siempre intrínsecamente malo, para los segundos el suicidio directo es siempre pecaminoso, pero el suicidio indirecto no lo es. Precisamente, debemos entender que el suicidio directo es aquel en que el ser humano busca mediante un acto que de suyo es capaz de causarla; mientras en el indirecto, la persona se da muerte sin procurarla libremente.
Una clasificación posible de las tantas que se pueden hacer es la que divide los suicidios en:
  • Los vicariantes: se adelantan o aceleran el acto de la muerte que se vislumbra en un futuro, con la justificación de que no hay esperanzas y sólo creen ver a su alrededor sufrimientos y nada puede compensar el período de espera.
  • Los perfeccionistas: no toleran cualquier disminución de los atributos a su persona, lo mismo en la belleza que en la potencia sexual, o un defecto cualquiera, menoscabo económico o social, o la pérdida del poder y prestigio.
  • Los hedonistas: no soportan nada que constituya un impedimento o una disminución del placer de predominio sensual.
  • Los transicionales: ante ciertas crisis vitales de transición inevitables, optan por el suicidio.
  • Los sintomáticos: dependen de una enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia y depresión.
Según Durkheim (1897) “el suicidio toma lugar en sociedades cuya cultura es de un nivel moral o cultural bajo”. En los países puramente católicos como los son: España, Portugal e Italia el suicidio está poco desarrollado, mientras que se encuentra en su grado máximo en los países protestantes, como lo son Prusia, Sajona y Dinamarca.[7] Además, según Guillon y Le Bonniec, el suicidio es visto como un pecado por la iglesia católica, ya que el "no matarás bíblico, también le aplica a uno mismo".

 Evolución histórica

La actitud de los hombres ante la muerte no ha sido la misma a través de los tiempos; cuando un hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dado escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. El hombre del medioevo se sentiría aterrado de ello, porque como lo expresa el padre de Hamlet, en la famosa obra de Shakespeare, moriría «en la flor del pecado»; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres, incluso en las oraciones medievales se rezaba «líbranos Señor de la muerte repentina».
En la Edad Media y hasta bien entrada nuestra Edad Moderna en Europa occidental las Iglesias cristianas sacralizaron la muerte, la domesticaron, integrándola en un sistema de ritos y creencias que la convertían en una etapa más del destino final de cada ser humano. La Iglesia Católica rechazaba al suicida y se le negaba la sepultura en el Campo Santo. En la Inglaterra anglicana de 1800 el cuerpo del suicida era castigado por la justicia públicamente siendo arrastrado por el suelo y estaqueado en el cruce de los caminos, sus bienes confiscados y la viuda desheredada y deshonrada. Solo se aceptaba el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor. En el siglo XV, Castilla, Aragón, Florencia, Francia, Reino Unido, Milán, Venecia y Portugal sancionaban el suicidio, rematando incluso a los muertos suicidados. En Castilla y Aragón, la práctica se recoge en una constitución de 1497, cuando un pastor almeriense se suicidó porque le despidieron, y fue rematado en Córdoba en 1498.
En sociedades donde la sacralidad era la cosmovisión vigente, es lógico que el comportamiento suicida se rechazara, pues el hombre no tenía permitido modificar su destino, que estaba en las manos de Dios.
El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, según refiere la historia, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio, y en el Lejano Oriente los japoneses se hacían el seppuku para lavar la deshonra.
Fue a partir del siglo XIX cuando se perdió ese sentido de socialización, inserto en la ritualidad. La sociedad emergente rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. De este modo, la sociedad occidental se había desvinculado de la muerte y del suicidio en particular.